El mundo de las finanzas es bastante complicado, sobre todo cuando no se cuenta con los conocimientos necesarios para adentrase en él. Por ello es que muchas personas cuando solicitan un préstamo, y no cancelan a tiempo su deuda, pueden perder hasta su patrimonio. Por suerte, en España contamos con mecanismos legales que pueden ayudarte a salir de este tipo de apuro, como la Ley de Segunda de Oportunidad.
Estamos claros que la Ley de Segunda Oportunidad no es más que un recurso legal que le brinda a particulares y autónomos la oportunidad de renegociar una deuda. Siempre que no puedan satisfacerla por razones ajenas a su voluntad. Si bien este mecanismo puede ayudarnos a superar una mala situación económica, no necesariamente aplica para todos los casos.
Pero, ¿en qué consiste la Ley de Segunda Oportunidad?
Este mecanismo legal está abierto a cualquier persona o empresa que no pueda pagar una deuda. Y les brinda la posibilidad de eliminarla de forma parcial o en su totalidad cuando se les hace imposible cancelarla. En el caso de los particulares, este proceso inicia en notaría. Mientras que los autónomos comienzan en el Registro Mercantil o Cámara de Comercio correspondiente.
¿Qué requisitos se deben cumplir para acogerse a este recurso legal?
Lo primero que se toma en cuenta es el historial crediticio del deudor insolvente. Por lo tanto, no cualquier particular o autónomo puede disfrutar de los beneficios que brinda la Ley de Segunda Oportunidad. Solo aquellos que han demostrado ser buena paga pueden aplicar. Además, deben cumplir con los requisitos que se muestran a continuación:
El adeudado debe demostrar buena fe
El deudor debe probar que no ha propiciado la situación de insolvencia. Eso implica demostrar que su status económico actual no se debe a fraude o culpa grave. Ni que ha ocultado documentación relevante para el procedimiento. Tampoco que no haya cometido delitos socioeconómicos, patrimoniales o de falsedad documental en los últimos 10 años.
Acuerdo extrajudicial
De igual manera debe probar que ha intentado llegar a un acuerdo extrajudicial con los acreedores de su deuda. De manera de reformar las cuotas de pago y no llevar la situación a instancias mayores. Además, si desea beneficiarse de la Ley de Segunda Oportunidad, no debe haberse librado de otras deudas por esta vía en los últimos 10 años.
¿Qué otros requerimientos deben cumplir los deudores?
En el caso de los particulares, estos no deben haber rechazado una oferta de trabajo acorde con su capacidad profesional en los últimos cuatro años. Además,tienen queaceptar ser incluidos en el Registro Público Concursal. De modo que aquellos acreedores que tengan interés legítimo en ellos puedan conocer su situación económica. Además, la deuda no debe superar los cinco millones de euros.
Aparte de incumplir los requisitos, ¿en qué casos no aplica la Ley de Segunda Oportunidad?
Aunque cualquier particular o autónomo puede solicitar la Ley de Segunda Oportunidad, no todas las deudas se pueden eliminar a través de este recurso legal. Por ejemplo, los créditos públicos que se hayan adquirido con Hacienda y con Seguridad Social no se pueden cancelar por esta vía. Básicamente, porque están sujetos a normas tributarias particulares.
Por alimentación
De igual modo, las deudas por pensión de alimentos no se pueden eliminar por este método. Simplemente porque es una obligación que adquiere una persona con su conyugue, tras un divorcio o separación, para cubrir la alimentación de sus hijos. Dado que es un tema bastante delicado, el sujeto está obligado a cumplir cabalmente con el límite fijado por un ente judicial.
Por procedimientos administrativos
Otras de las deudas exoneradas de la Ley de Segunda Oportunidad, son las salariales y las adquiridas por prestar servicios administrativos y legales. De igual forma, los préstamos y créditos hipotecarios están exentos de este beneficio. Incluso, las indemnizaciones laborales por despido, por accidente, enfermedad y algunas reclamaciones no pagadas.
Así pues, la Ley de Segunda Oportunidad nos brinda la oportunidad de eliminar parcial o totalmente una deuda. Por ende, la posibilidad de empezar de cero. No obstante, debes tener algo bien claro: tendrás que invertir tu patrimonio para saldar tus deudas. Por eso la mejor manera de llevar a cabo este procedimiento es con la asistencia de especialistas, como nosotros, dispuestos a ayudarte.
